Los dientes sensibles constituyen un problema muy frecuente que no debería ser pasado por alto en la consulta dental, ya que afecta a la calidad de vida de muchos pacientes.
La prevalencia de la hipersensibilidad dental es de alrededor del 40% de la población general.Habitualmente,los pacientes definen la hipersensibilidad como un dolor breve e intenso que se produce en respuesta a estímulos de calor o frío, presión, tacto o al contacto con alimentos dulces o ácidos.
La zona más afectada por la hipersensibilidad dentinaria es alrededor de los cuellos dentarios y casi siempre como consecuencia de una retracción de la encía debido a procesos de abrasión por un cepillado demasiado enérgico,de erosión por productos ácidos (bebidas gaseosas,zumos ,frutas, etc.), o bien por apretamiento dental o bruxismo. También puede aparecer en pacientes periodontales en los que la encía se ha retraído como consecuencia de su enfermedad después del tratamiento.
Otras causas de sensibilidad dental más específicas son las caries o bien después de tratamientos odontológicos como pueden ser las preparaciones para prótesis fija (reversible una vez colocada la prótesis definitiva).
Sin embargo, en la mayoría de los casos no puede establecerse un solo origen para la sensibilidad y muchas veces las causas que la producen son múltiples.
El mecanismo por el que se produce el dolor solo está parcialmente aclarado.Parece que se debe a la irritación de los nervios de la pulpa dental a través de cambios en la presión hidrostática en los túbulos dentinarios.La dentina es la capa interna del diente .Contiene menos de un 50% de material mineral y ,por tanto, es más blanda que el esmalte. Contiene infinidad de conductillos microscópicos por donde pasan las prolongaciones de unas células llamadas odontoblastos y que llegan hasta la pulpa dental donde hay los nervios extremadamente sensibles.
Así pues , la base del tratamiento se enfoca en sellar permanentemente estos túbulos dentinarios abiertos, lo cual solo se consigue parcialmente en la mayoría de ocasiones.Para ello se emplean pastas dentífricas con sales de potasio y estroncio, aplicaciones tópicas de fluoruros a alta concentración , adhesivos dentinarios , tratamientos con obturaciones convencionales (empastes), la cirugía mucogingival (injertos de encía para recubrir las recesiones ) e incluso endodoncias en los casos extremos (desvitalización del diente).
No conviene olvidar la importancia que tienen las medidas preventivas: el correcto cepillado, no usar pastas muy abrasivas (especialmente con lauril sulfatos) y el consumo moderado de bebidas ácidas.
Y como siempre, su dentista le podrá aconsejar sobre el caso en particular.